lunes, 6 de julio de 2009

Erase...

Erase una vez que se era (para empezar como cualquier cuento de los que nos leían de pequeños) un pequeño duende rojo que salía a cazar mariposas por las tardes y una pequeña estudiante que iba por las tardes a inglés, gimnasia rítmica... como cualquier niña pequeña que empieza el colegio y sus padres quieren que vaya a cuantos más sitios mejor.
Este pequeño duende y la pequeña estudiante empezaron a crecer y crecer dejando atrás el trabajo de duende y el de estudiante con demasiadas clases para convertirse en dos jóvenes apuestos, cada uno viviendo sus vidas sin tener conocimiento que algún día se conocerían.
El duende rojo y la pequeña estudiante un día se conocieron por medio de una manzana (la pequeña tenía que llevar esa manzana al duende) pero el motivo por el que se iban a conocer se le olvido a la pequeña pero no paso nada, ambos se empezaron a conocer ese día sin manzana pero con unas pipas en común.
Pasaron toda la tarde juntos de risas y empezaron a ver que podían seguir viéndose para conocerse mejor. Y así fue, tras este pequeño encuentro por la manzana de por medio siguieron quedando y pasándoselo cada vez mejor.
La pequeña historia de estos pequeños personajes se junto en un momento por ahora y por siempre.

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