Se cae

Se cae.

El mundo sobre mí se cae y no se qué hacer.

Dejarlo tal y cómo ésta o luchar para que no termine de caer.

Suspira...

Suspiros que piden deseos.

Suspiros que anhelan lo desconocido.

Suspiros que quieren y no saben el qué.

Suspiros del no poder. Y lloros de no conseguirlo.

Pasado, presente o futuro

- Respira y sientate.

Tenemos que hablar... tenemos que hablar del pasado y del futuro.

- ¿Y del presente?

- Ya nos ocuparemos de él más tarde.

- Pero... si es lo más próximo en mi vida es lo que me pase dentro de un segundo.

- Pero ese segundo estará condicionado por tu pasado y tu futuro.

- No... sólo estará condicionado por lo que haga en este momento.

- No es así, lo que te pase dentro de un segundo tendrá que ver con lo que hayas hecho un segundo antes y de lo que planees hacer en un futuro.

- Pasado y futuro me determinan entonces ante todo lo que haga.

- Sí, y el presente sólo será el nexo de unión de lo que hiciste y de lo que harás...

Me marcharé para siempre

Ya no sé que hacer...

Si no quieres que te mire no te miraré.

Si no quieres que te hable no te hablaré.

Te dejaré solo para siempre, como si yo nunca hubiera existido.

Haya esto y las consecuencias que tenga, no daré marcha atrás las cosas se quedarán así para siempre, tu lo has decidido y así será si es lo que quieres.

... Fantasmas...

Fantasmas del pasado huir de mí, dejadme ser lo que quiero ser, no me atormentéis con vuestros miedos e inseguridades.

Quiero que os vayáis pero también los del presente y los que me quedan por venir en el futuro, porque me harán las cosas difíciles, más de lo que lo son en realidad. Porque no me ayudarán y sólo harán que caiga una y otra vez, sin darme cuenta de lo que quiero realmente.

Quiero dejaros de lado, aunque sigáis presentes en mi vida, ya sé que nunca os marchareis, que estaréis conmigo aunque no os quiera ni necesite, haciendome recordar cosas para olvidar, pero no utilizaré eso en mi contra, sino en favor para saber que es lo que no debo repetir y que debo repetir en mi vida.

Quiero pasar de todo aquello por lo que me queje y por lo que sufrí, estaréis aquí pero os dejaré atrás.

¿Y esta soy yo?

¿Y esta soy yo?

Ante el espejo, recién duchada, me lo vuelvo a preguntar... Me miro y me vuelvo a mirar, pero no veo nada, más allá de un cuerpo desnudo.

Me centro en la cara, en concreto en los ojos, ya que dicen que son el espejo del alma, y en realidad, es el lugar donde más miedo me da mirar, porque descubrirá todo lo que hay dentro de mi ser. Pero lo hago.

Allí estoy yo, de nuevo delante del espejo, mirando mis ojos. Unos ojos tristes, que no saben a donde mirar para evitar esa tristeza. Y qué puedo hacer. Me miro y sonrío, pero sé que esa no soy yo. Esa sonrisa no me pertenece, por lo menos aún no.

Pero despierto de esa pesadilla. Abrumada por el miedo del conocimiento de uno mismo y por la pasión por el mismo.

Cada día, y después de esa pesadilla, me miro ante el espejo y sé que estoy allí de nuevo. Que la transición hacia una nueva forma de vida esta en camino y que poco a poco conseguiré hacerme fuerte, y evitar de nuevo esa inseguridad ante la cuestión ¿quién soy yo?

La azotea

Y en la azotea me suelta la bomba:

"Ya no te quiero"

Y miles de ideas empiezan a correr por mi mente atropellándose unas con otras: cómo nos conocimos, nuestra primera cena juntos, de nuestras nuestros viajes, de nuestra primera noche juntos... y de nuestra última noche juntos en la que todo parecía normal, en la que nos íbamos a comer el mundo juntos para que luego me diga esa frase.

"Ya no te quiero" se queda grabada en mi mente y se repite constantemente y una y otra vez su voz me dice que "ya no me quiere".

Pero por qué no me entere de que algo iba mal, estaba tan absorbida que no era capaz de darme cuenta de lo que pasaba.

En esa azotea, en ese momento.

"Ya no te quiero"

Y sale dándome la espalda, no puede ni mirarme a los jos, y sola, plantada en aquella azotea donde creía que iba a comenzar mi vida con él me doy cuenta de que una parte ya no esta en ella, y mirando al vacío me caen las lágrimas y sé que nunca más estará conmigo.

Y me siento.

Y pienso.

Me tiro, no me tiro, me tiro, no me tiro... en medio de un mar de lágrimas y ...

No me tiro.

Salgo corriendo de la azotea, bajo las escaleras como una loca, cojo el coche, me siento y miro a mi alrededor donde solo veo silencio y soledad.

No pienso.

Actúo.

Lo pongo en marcha y huyo de ese lugar.

Qué haré, no lo sé.

A dónde voy, no lo sé.

Sólo quiero huir, alejarme de todo.

Y le odio. Le odio por hacerme confiar en él. Por hacer que le quisiera. Por hacer que me olvidara de todos mis problemas. Por querer pasar todo el tiempo conmigo. Por todo lo que le pude llegar a querer. Por no tener miedo a su lado. Por todo y por nada.

Te quise y me prometiste que nunca me ibas a romper el corazón y lo hiciste. Por qué y cómo fuiste capaz de romper nuestra promesa. Quiero respuestas.

Me voy a un lugar alejado, donde nada me recuerda a él y, pienso sólo pienso, en todo lo que eramos.

Y vuelvo al lugar donde comenzó todo. La azotea. Busco explicaciones y no las encuentro.

Pero allí estoy segura.

Me siento, lloro y vuelvo a mirar al vacío en busca de un por qué, que sin él será imposible responder.

Me vuelvo a sentar. Y sin más con toda la fuerza que soy capaz de coger me marcho de ese lugar, sin mirar atrás como él hizo, en busca de algo nuevo.

Quiero dejar atrás todo el miedo que ahora se encuentra dentro de mí y que apenas me deja respirar para encontrar algo que me haga sentir otra vez.

El gran salto

" En la vida hay un instante en que se sabe perfectamente que ha llegado el momento de saltar. Ahora o nunca. Ahora, o nada será como antes. Y el momento es éste"

Y que miedo da ese salto. Saber si lo estarás haciendo bien o mal. Pensar una y otra vez en hacerlo o no hacerlo. Pedir consejo para tomar la decisión o no hacer caso a nadie y dejarte llevar por aquello que quieres y que necesitas en este momento.

Arriesgarse ante algo nuevo que te está sucediendo o pasar de largo sin que te afecte volviendo a tu vida de siempre.

Qué será lo mejor, no lo sé... Sólo sé que la única persona que sabe si estará bien o mal serás tú.